Scaleups, el siguiente paso en la evolución de las startups

Scaleups, el siguiente paso en la evolución de las startups

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Scaleups, el siguiente paso en la evolución de las startups

La desesperación por encontrar un taxi en un París desapacible, nevado y atestado de gente en 2008 llevó a Travis Kalanick y a Garret Camp a idear una app para conseguir transporte con solo pulsar un botón. Aquel fue el origen de UberCab, una app que comenzó de forma discreta a ofrecer servicios Premium en el área de San Francisco pero que dos años después arrancó su particular escalada hasta convertirse en lo que Uber es hoy en día: una compañía con casi 27.000 empleados, a la que la banca otorgó un valor aproximado de 100.000 millones de euros hace apenas tres años.

El caso de Uber se puede sumar a los de Airbnb, Pinterest e incluso Apple para ilustrar el fenómeno scaleup, que podría considerarse como una evolución empresarial de las startups. A pesar de que estos dos conceptos ya son habituales en cualquier ecosistema emprendedor, tienen diferencias importantes que aparecen en su misma denominación.

Startup vs. scaleup

Una startup es una empresa de nueva creación que aprovecha las nuevas tecnologías para vender productos o servicios de carácter innovador. Se trata de un modelo escalable, orientado a obtener un crecimiento rápido y sostenido en el tiempo, y en el que el talento constituye una herramienta básica para consolidar su expansión. Este modelo no suele requerir grandes inyecciones de capital, pero su vía de financiación suelen ser inversores privados o business angels.

En cambio, una scaleup tiene un nivel de desarrollo diferente: en términos generales, se le puede considerar una startup que ya está asentada en el mercado y que ha comenzado su fase de expansión y crecimiento. Es decir, que estamos ante un modelo ya testado que afronta el reto de crecer y de convertirse en una empresa escalable.

Características de una scaleup

En general, las scaleups tienen una serie de características que las diferencian del resto de los modelos empresariales.
  • Suele partir de una startup. Las scaleups comparten los mismos principios que caracterizan a las startups pero se diferencian de éstas en que ya han consolidado su posición en el mercado: son empresas de core innovador que basan su trabajo y crecimiento en las nuevas tecnologías. Hay ocasiones, sin embargo, en que su objetivo es redimensionar un negocio ya probado, es decir, llevar a cabo su explotación a gran escala después de haber sido validados por otras startups, centros tecnológicos o universidades.
  • Es innovadora y está en continuo movimiento. Una scaleup no es una pyme convencional: tiene una esencia dinámica, está pendiente de las innovaciones que se producen en el mercado para optimizar sus resultados y se encuentra en permanente movimiento. Las scaleups buscan oportunidades de negocio en otros mercados, se dirigen a sectores de actividad diferentes, a nuevos inversores, etc.
  • Facturación superior al 20% en los últimos 3 ejercicios. El carácter escalable de este tipo de empresas hace que su primer objetivo sea aumentar la facturación. Las scaleups están concebidas para crecer desde el punto de vista económico, en una proporción de en torno al 20% en tres años. Esta cifra es la que puede determinar que una startup pase a ser considerada una scaleup.
  • Genera empleos de mayor calidad. El talento es una de las señas de identidad de este tipo de empresas. Su core innovador hace imprescindible la incorporación de personas con habilidades específicas, que participan en la empresa en igualdad de condiciones. Todos los puestos son importantes y resulta determinante la colaboración de sus miembros para la solución de problemas y la generación de ideas.
  • Contribuye al crecimiento local. Todas estas características convierten a las scaleups en modelos muy atractivos para cualquier ecosistema empresarial porque contribuyen con su actividad al mantenimiento y crecimiento del negocio local.

¿Está preparada tu empresa?

Ahora llega el momento de saber si una startup puede dar el salto hacia una scaleup. Hay una serie de indicios que permitirán conocer el grado de madurez de la empresa a la hora de dar este paso:
  1. Analiza la situación que vive la empresa. Avanzar hacia un nivel de productividad de forma prematura puede provocar el efecto contrario al deseado, por lo que es necesario buscar el momento más adecuado para comenzar a escalar.
  2. Evalúa al equipo. Para asumir este aumento sustancial de la productividad hay que contar con un equipo de trabajo preparado y capaz de asumir nuevos retos.
  3. Hacer bien las cuentas. Para ganar es necesario invertir, y eso requiere solvencia económica y un plan B por si las cosas no van como debieran. Pero también se deben definir objetivos realistas para poder evaluar la escalabilidad de la empresa con rigor.
  4. La tecnología debe ser una aliada. La digitalización ha aportado a todos los procesos empresariales y productivos un grado de eficiencia mucho mayor que el que se obtiene con métodos convencionales. Por eso hay que implementar las herramientas tecnológicas necesarias para poder optimizar esos procesos de una forma escalable.
  5. Diseño de una estrategia de marketing y ventas adecuada. Se debe diseñar una estrategia de marketing adecuada a las nuevas necesidades de la scaleup. Hay que cuidar a parte de los clientes actuales, pero a continuación es necesario lanzarse a ampliar la cartera con un marketing potente.
En definitiva, el paso de startup a scaleup requiere de un de un aprendizaje constante en un entorno global que está en constante cambio.


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