La Guerra de la Financiación. Episodio III. Cap. 8: ¡Qué bonito es el amor!

La Guerra de la Financiación. Episodio III. Cap. 8: ¡Qué bonito es el amor!

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La Guerra de la Financiación. Episodio III. Cap. 8: ¡Qué bonito es el amor!

En nuestro recorrido de consejos, entramos en la tercera parte: mantén viva la relación con el banco. Esta sección a su vez contará de tres partes. Empezamos con Haz seguimiento de los compromisos.

Cuando explico este consejo de viva voz y en público, suelo poner una foto de Leia y Han Solo, uno de los besos que pasó a la historia del cine y una de las historias de amor que tardó en fructificar nada más y nada menos que ¡tres películas! Es por eso que me gusta mucho la comparación con la relación entre la empresa y el banco: nadie regala nada, lleva su tiempo y hay que esforzarse.

El consejo es: Haz seguimiento de los compromisos adquiridos en la relación con el banco. A lo largo de una relación y negociaciones se establecen unos compromisos, apúntalos, tenlos en cuenta, haz seguimiento y anticípate. Esto quiere decir que los hay por las dos partes, tuyos y suyos.

Los tuyos: ganas profesionalidad frente al banco si te anticipas, das cuenta de tus compromisos, justificas desviaciones, reformulas,… no esperes a que te pregunten y sobre todo ni se te ocurra esconder la cabeza como un avestruz si ves que no puedes atender o cumplir alguno, anticípate, justifica, di que vas a hacer, aporta pruebas, negocia.

A modo de ejemplo: si el banco te ha pedido que amplíes capital en 50.000€ como requisito para darte la financiación, y fijáis una fecha para hacerlo, si ves que vas a llegar o lo haces antes de tiempo, díselo, saca pecho y demuestra que has podido hacerlo. De lo contrario, si ves que no vas a llegar, no esperes a que te llame el gestor recordándotelo, antes del vencimiento, acércate al banco, expón los motivos por lo que no puedes hacerlo y negocia un plan alternativo, ofrécele una solución razonable.

Los suyos: normalmente el banco se preocupa de ponerlos por escrito en un contrato, que le dé cobertura legal, le da cobertura al banco pero también le obliga. Son contratos con múltiples clausulas, letra menuda, complicados de entender… no importa, emplea tiempo en analizarlo. Repasa también lo que pone en su página web.

Lee bien los contratos

Repasa bien los contratos, que partes son más sensibles para ti. Si es cierto que esta parte es casi imposible de negociar, son modelos estándar que a ningún banco le gusta modificar. Pero evita sorpresas desagradables en el futuro.

Haz seguimiento de los compromisos del banco recogidos en el contrato o verbalmente por el gestor, recuérdaselos, reclama si no está cumpliendo alguna de las condiciones,… hay bancos de todo tipo y también todos cometemos errores.

Cumplir lo prometido es uno de los pilares de la confianza y la relación. Si lo haces puedes acabar como Han Solo y la princesa Leia, que cuando los ven todo el mundo dice: ¡Qué bonito es el amor!

Eso sí, no esperes demasiada efusividad, como cuando Leia le dijo a Han: te quiero, este contestó: Lo sé.


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