Leasing: cuándo y cómo solicitarlo

Una de las fórmulas de financiación alternativa más utilizadas por parte de las empresas es el leasing. Con un volumen de inversión en vigor superior a los 22.000 millones de euros, según datos de la patronal AEL, el leasing es un contrato de alquiler a largo plazo que permite la adquisición de todo tipo de bienes de equipo, materiales e incluso inmuebles, adquiridos a cambio de una contraprestación consistente en el abono periódico de cuotas a la entidad bancaria.

La principal característica de los contratos de Leasing es que han de incluir necesariamente una opción de compra al finalizar la relación contractual, a favor del usuario.

Condiciones flexibles

Las condiciones para la opción de compra de las operaciones de leasing suelen ser bastante flexibles, en cuanto que permiten varias posibilidades. Por un lado, el usuario del bien o del inmueble podrá adquirir el bien por el valor residual (por regla general, una cuota más del arrendamiento financiero).

De hecho, el leasing está pensado para que al final del contrato, el usuario del bien (el arrendatario), lo adquiera, de ahí que se prevea que el valor residual del bien tenga un importe reducido. La segunda opción es renovar el contrato con la entidad financiera. Por último, también está permitido devolver el bien a la entidad financiera.

Por tanto, el leasing se usa habitualmente para la financiación a largo plazo de equipos y materiales necesarios para la empresa, pero con una opción de compra al finalizar la relación contractual.

Otras modalidades como el renting no incluyen opción de compra final. Así, el renting lo suelen utilizar empresas que deban cambiar su equipamiento cada poco tiempo. En este caso, se trata del alquiler temporal del bien en cuestión durante un plazo determinado, finalizado el cual es devuelto y cambiado por otro nuevo.

Desde un punto de vista general, si la compañía quiere obtener la propiedad del bien, no tiene inconveniente en endeudarse (consumir riesgo bancario) y trabaja con activos que no se encuentran expuestos a rápidas transformaciones, el leasing se configura como la opción más interesante.

Por el contrario, si la empresa no persigue ser la propietaria del bien sino únicamente disfrutar de él, como servicio, no desea endeudarse y el activo se halla expuesto a una rápida obsolescencia, parece más adecuado decantarse por el renting.

Tratamiento fiscal del leasing

Uno de los principales elementos del leasing a tener en cuenta reside en su tratamiento fiscal. En el caso del impuesto de sociedades, lo interesante es que se considera gasto fiscalmente deducible, tanto los intereses abonados a la entidad de crédito, como la parte de las cuotas correspondiente a la recuperación del coste del bien, la amortización, (excepto en bienes no amortizables como es el caso de solares o terrenos).

Es en la parte de la cuota correspondiente a la recuperación del coste del bien donde se encuentra la ventaja fiscal, al permitirse una amortización acelerada, puesto que el tratamiento de los intereses (bajo una serie de requisitos) es el mismo que, por ejemplo, para un préstamo a largo plazo.

El IVA soportado en las cuotas periódicas es deducible en su totalidad de forma general, con la particularidad de los arrendamientos financieros efectuados sobre vehículos automóviles de turismo y sus remolques, ciclomotores o motocicletas, para los que se presupone, salvo prueba en contrario, una vinculación a la actividad empresarial o profesional del cincuenta por ciento, que permite deducir únicamente la mitad del impuesto indirecto soportado.

Además, la parte de los intereses de la cuota de leasing es deducible 100% (IRPF e Impuesto de Sociedades), mientras que la correspondiente amortización, lo es con ciertos límites.

Leasing en Laboral KutxaLaboral Kutxa cuenta con un equipo de expertos en leasing y otras modalidades de financiación a disposición de todas las empresas que quieran beneficiarse de este servicio. Es el caso de la empresa de transportes PESA, que desde hace 25 años mantiene con Laboral Kutxa contratos de leasing para la financiación de autobuses.