¿Son viables los Bancos de Hábitat en España?

¿Son viables los Bancos de Hábitat en España?

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¿Son viables los Bancos de Hábitat en España?

Los Bancos de Hábitat (denominados también Bancos de Conservación de la Naturaleza) son unas herramientas puestas en marcha en Estados Unidos para la promoción de la sostenibilidad y la apuesta por la conservación de la naturaleza.

Banco Hábitat Laboral KutxaLa idea es generar un modelo de compensación a la propia naturaleza de los daños ambientales generados en la vida cotidiana del ser humano. El modelo es sencillo: en un Banco de Hábitat, la utilización de unos de recursos (o servicios) ambientales lleva aparejada también la adquisición de unos créditos ambientales.

En este caso, son las propias empresas las que en vez de pagar por los daños medioambientales generados en su actividad diaria, adquieren unos denominados ‘créditos ambientales’ por dicha cantidad. Se trata de una unidad de valor natural intercambiable.

Esta innovadora iniciativa medioambiental tiene por objetivo involucrar a empresas y organizaciones privadas en la gestión y creación de espacios naturales. Con la puesta en marcha de estos ‘bancos de hábitat’ se pretende evitar la pérdida de biodiversidad en los entornos y ecosistemas más cercanos.Compensaciones más económicas

El modelo de los Bancos de Hábitat, es un sistema eficaz contra la pérdida de ecosistemas puesto que, siguiendo un plan de desarrollo territorial, permite, apoyándose en los beneficios de la economía de escala, la integración de zonas protegidas.

En este caso, se ofrecen compensaciones más económicas para los promotores y operadores y se facilita a las administraciones y organismos de control el seguimiento de la restauración de los posibles daños (se agrupan las compensaciones en un proyecto único con supervisión de la administración).

Es decir, se desarrolla un modelo en el que todos ganan (mediante estrategias ‘win-win’), en el cual salen beneficiados tanto administraciones como inversores en activos naturales.

Además, permite la obtención de nuevos ingresos a los propietarios de terreno rural que en otras circunstancias se verían abocados al abandono de sus propiedades por falta de rentabilidad o incluso porque el coste de las explotaciones es superior a los beneficios obtenidos por las mismas.

Un mercado de 1.500 millones de euros

La iniciativa surgida en Estados Unidos en los 90 (donde se calcula que han generado un mercado cercano a los 1.500 millones de euros)  comenzó lentamente a ser imitada en países como Corea, Australia o Nueva Zelanda. Hubo que esperar hasta bien entrado en nuevo milenio para encontrar experiencias similares en Europa, con la puesta en marcha de Bancos de Hábitat en Francia, Holanda o Reino Unido.

Precisamente, en un reciente post, el conservacionista Miguel de la Calle, se preguntaba si se podrían implantar en España este modelo de los Bancos de Hábitat. Este profesor del Master de Ingeniería y Gestión Medioambiental de la Escuela de la Organización Industrial (EOI) señalaba en dicho post que los bancos de hábitat tienen cabida en el marco normativo español, sin embargo este responsable no es muy optimista sobre su viabilidad futura ya que a su juicio no hay demanda suficiente como para desarrollar un mercado estable.

A juicio de Miguel de la Calle, tampoco se debería renunciar a implementar este tipo de instrumentos en España, “pues ahora más que nunca, cuando los recortes y restricciones de los recursos disponibles ponen en peligro la conservación de nuestro patrimonio natural,  necesitamos nuevas alternativas, y los bancos de hábitat podrían ser una de ellas. Para ello, quizás deberíamos elaborar variantes del concepto clásico, adaptándolo a nuestro país y su realidad”.


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