La economía social sale fortalecida

El auge de la Economía Social, en todos los ámbitos empresariales, es uno de los pilares de futuro de Europa. Más del 15% de las empresas y 14,5 millones de ciudadanos trabajan en el sector de la Economía Social, lo que representa aproximadamente el 6,5% de la población activa de la Unión Europea.

En España, 42.684 empresas están agrupadas en la Confederación Empresarial Española de la Economía Social (CEPES) generando un total de 2.564.934 empleos, el 12,5% del empleo.

Supera la crisis 

Incluso en una coyuntura económica difícil, como en los años 2012 y 2013, se han generado 4.069 nuevas empresas y 26.729 puestos de trabajo más, según datos de CEPES. Además, también se ha destruido menos empleo que en el resto de las empresas tradicionales. Concretamente, en 2013 se situaba hasta 8 puntos por debajo de la media.

La Economía Social también es el modelo más recurrido para recuperar empresas en crisis. Así, en 2013 más de 70 empresas y 700 empleos  se han salvado al transformarse sociedades mercantiles en cooperativas o sociedades laborales. Un 50% más con respecto al año anterior.

Toda esta actividad ha posibilitado que en el primer trimestre de 2014 se haya retomado una tendencia al alza de un 3,3% (en términos absolutos) de empresas de Economía Social en situación de alta respecto al año anterior. El empleo también subió un 3,4% respecto al último trimestre de 2013.

La facturación de las empresas de CEPES superó los 145.299 millones de euros y ya supone casi el 10% del PIB nacional. Además, más de 15 millones de personas están vinculadas asociativamente a este movimiento social y económico.

Compromiso Europeo

Estos ratios reflejan que la Economía Social española es un referente para muchos países. Así, en el 2013, se firmaron dos acuerdos bilaterales entre el Gobierno de España y los Gobiernos de Francia y Portugal para desarrollar este modelo en los dos países vecinos.

Según el presidente de CEPES, Juan Antonio Pedreño, la fortaleza de la Economía Social europea demuestra que:

• Es posible compatibilizar el desarrollo económico con el desarrollo social, a través de un modelo  económico que da prioridad a las personas.

• El momento actual es el idóneo para extender una convivencia, basada en criterios más solidarios, equitativos y comprometidos con la sociedad

• Es sostenible a largo plazo, por su apuesta por la innovación empresarial y social, el conocimiento, la creación de empleo estable, y la internacionalización.

• Este modelo es un actor clave para aplicar la Estrategia Europa 2020, que establece ‘una economía de mercado social competitiva’ y en los Reglamentos que marcarán el futuro de los Fondos Estructurales para el 2014-2020, entre otros”.