Bancos de tiempo, cadena de favores que funcionan

Bancos de tiempo, cadena de favores que funcionan

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Bancos de tiempo, cadena de favores que funcionan

Aunque parezca impensable en nuestro modo de vida, vivir al margen del dinero, al menos en parte, es posible mediante la solidaridad y la ayuda mutua. Curiosamente, la invitación llega desde unas entidades que se hacen llamar bancos.

Bancos de tiempo,  cadena de favores que funcionan. LABORAL Kutxa

Son los bancos de tiempo, comunidades formadas por personas que intercambian servicios ocasionales con el tiempo como única moneda. Una realidad para las cerca de 400.000 personas agrupadas en torno a los 300 bancos de tiempo que, según la Asociación para el Desarrollo de los Bancos de Tiempo (ADBdT), funcionan en España.

La operativa de los bancos de tiempo es sencilla: los socios se relacionan entre sí con el tiempo como única medida para regir los intercambios. Tiempo por tiempo. El tiempo como una de las numerosas monedas sociales que han proliferado en la economía alternativa.

Se gana saldo-tiempo prestando servicios y se gasta ese crédito disfrutando de los servicios que otros usuarios prestan a su vez. Un ejemplo es el siguiente: Marta dedica dos horas a enseñar inglés a Ángel; Ángel pasa una mañana haciendo "chapucillas" en casa de Begoña; Begoña arregla el ordenador de Gonzalo... Así se va tejiendo una red de intercambios entre los socios.

Principales servicios

En los bancos de tiempo la mayoría de los servicios ofrecidos están relacionados con la enseñanza o práctica de idiomas, diversos tipos de recados, informática, acompañamiento de personas, asesoramiento, pequeños arreglos caseros, cocina, masajes y belleza, aunque también hay bancos orientados a la formación y el empleo e incluso al desarrollo empresarial.

Estas prácticas, no obstante, huyen del intrusismo laboral, ya que solo se contemplan como ayudas puntuales.

Cada banco cuenta con un registro –confidencial– de las habilidades, necesidades y disponibilidad de los socios, de manera que puede poner en contacto a la persona que tiene una necesidad con quien puede atenderla. De este modo, además del valor material que produce este intercambio de favores, está práctica promueve una recuperación de las relaciones entre los vecinos.

Porque, en su origen, los bancos de tiempo han tenido un carácter de solidaridad local, auspiciados por las asociaciones vecinales. Sin embargo, las nuevas tecnologías han permitido rebasar las fronteras de la comunidad local. Hoy en día es posible entrar a formar parte de un banco virtual de tiempo e intercambiar bienes y servicios con otros usuarios registrados, bien de nuestro entorno o usuarios remotos.

El epitome de este fenómeno sería Cronobank, la primera red social de intercambio de tiempo. En la misma línea, plataformas como Comunitats, nacida en León pero con vocación global, animan no solo a compartir tiempo, sino también conocimiento, e intentan generalizar el fenómeno invitando a todo tipo de interlocutores a crear su propio banco de tiempo. Para ello, la ADBdT ha creado incluso software libre de gestión de estas entidades.

Avance del trueque

La crisis económica ha puesto en valor también el sistema de trueque como forma de intercambio de mercancías, otra experiencia cercana a los bancos de tiempo. Ferias y mercadillos de trueque y jornadas sin dinero son reflejo de esta tendencia, promovida por movimientos como Sin Dinero, que aglutina toda una serie de recursos gratuitos e información, y que facilita el acceso a un estilo de vida menos dependiente del dinero: trueque, bancos de tiempo, cursos de formación gratuita, viajar gratis...

El trueque incluso ha alcanzado a sectores que otrora hubieran resultado inimaginables. Es el caso del ámbito inmobiliario, donde se han organizado sistemas de trueque de viviendas entre quienes no logran venderlas.


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